lunes, 1 de febrero de 2010

EL FUEGO Y EL CONTROL DEL DERRAME

EL FUEGO Y EL CONTROL DEL DERRAME
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CONTROL de DERRAMES

El agua es el más común y generalmente, el agente extintor más disponible para apagar cualquier fuego. La cautela es el ejercicio que deberíamos seleccionar cuando buscamos un método de extinción de un fuego, ya que hay muchos factores a ser considerados en una casualidad. Por ejemplo, el agua puede ser ineficaz en la lucha contra incendios que involucran algunos materiales; y su efectividad depende en gran medida según el método de aplicación.
Cuando hay fuegos donde están involucrados derramamientos de líquidos inflamables generalmente son controlados aplicando espumas contra incendios sobre la superficie del material ardiente. En esos casos, la lucha contra incendios en líquido inflamables requiere que las fórmulas químicas de los concentrados espumígenos sea compatible con el material ardiente, las mezclas sean correctas y los aplicadores que se utilicen, así como la las técnicas y tácticas que se usen para asegurar una cuidadosa y mantenida manta de espuma. Hay dos tipos generales de espumas contra incendio: la regular y la resistente a los alcoholes. Los ejemplos de espuma regular son las que se fabrican sobre la base de proteínas, la fluoroproteínicas, y las formadoras de una película acuosa (AFFF). Prácticamente todos los líquidos inflamables, que incluyen muchos productos derivados del petróleo, puede controlarse aplicando concentrados espumógenos de espuma regular. Otros líquidos inflamables, incluyendo los solventes polares (líquidos inflamables que son solubles con el agua) como los alcoholes y ketones, que tienen propiedades químicas diferentes, no pueden controlarse con espumas regulares, sino que debe considerarse la utilización de concentrados de espuma resistentes al alcohol. Los fuegos que involucran los solventes polares pueden ser muy difíciles de controlar y seguramente requieran una proporción de aplicación de espuma más alta que otro líquido inflamable (eso puede observarse en las Normas de NFPA/ANSI 11 y 11A para disponer de una información más extensa). En ellas podrá tener una guía apropiada para determinar qué tipo de espuma se recomienda en cada caso. Aunque es difícil hacer recomendaciones específicas con anticipación para estos líquidos inflamables que tienen características corrosivas subsidiarias o riesgos tóxicos, las espumas resistentes a los alcoholes puede ser eficaz para muchos de estos materiales. El número telefónico de emergencia que aparece en el documento de envío del producto, o la agencia de respuesta inmediata de emergencia apropiada, debería indicarle lo más pronto posible cual es el agente extintor apropiado para extinguir el fuego que le preocupa. Por último, la selección del agente y método depende de muchos factores como la situación del incidente, los riesgos de exposición, tamaño del fuego, las preocupaciones medioambientales, así como la disponibilidad de agentes extintores y equipos disponibles en la escena.

EL AGUA LOS MATERIALES REACTIVO
El agua a veces es usada para lavar los derramamientos y para reducir los vapores directos del combustible en esas situaciones. No obstante, algunos de los materiales cubiertos por dicho elemento podrían reaccionar violentamente o mismo, causar explosiones al tener contacto con el agua. En estos casos, debe considerarse seriamente, que de repente es preferible, permitir que el fuego queme el producto o dejar al derrame solo (excepto se desee prevenir continúe extendiéndose) hasta tanto se obtenga un consejo técnico adicional. Usualmente, las guías técnicas aplicables lo advierten claramente cuales son las reacciones potencialmente peligrosas. No obstante, se debería recabar consejos técnicos adicionales de estos materiales cuando:
• El agua consigue desplazarse hacia dentro de un recipiente roto o una gotera pudiera causar una explosión;
• puede necesitarse con el agua refrescar los recipientes inmediatos para prevenir su rompiendo (explotando) o si existiera la necesidad de realizar un extenso cobertor refrescante del fuego;
• el agua podría ser eficaz cuando es necesario mitigar las consecuencias de un incidente cuando está involucrado un material reactivo al agua siempre que pueda ser aplicada en una proporción suficiente y un tiempo extendido inundándolo; y
• cuando el agua que se aplica sobre los productos producto que tienen reacción con el agua puedan ser más tóxicos, corrosivos, o por otra parte más indeseable que el producto de la combustión.

Al responder a un incidente donde hay involucrados materiales reactivos al agua, tener en cuenta las condiciones existentes como: viento, precipitaciones, situación y accesibilidad a la casualidad, así como la disponibilidad de los agentes para controlar el fuego o el derrame. Porque hay muchas variables para considerar, y la decisión para usar agua en fuegos o derrames que involucran materiales reactivos la misma debe estar basada en información cabal y oportuna emanada de una fuente con autoridad. Como ejemplo, se reitera la sugerencia de avisar al productor del material que podría hacerse a través del Centro de Mando y Control de la Emergencia una vez llamado por teléfono.

CONTROL DE LOS VAPORES
La limitación de la cantidad de vapor soltada de una piscina de líquidos inflamables o corrosivos es una preocupación operacional. Obviamente, se requiere el uso de ropa de protección apropiada, equipo especializado, agentes químicos apropiados, y personal instruido, entrenado y experimentado. Antes de comprometer a alguien en el control de vapores, debería conseguirse el consejo cabal y oportuno de una fuente autorizada acerca de las tácticas apropiadas.
Hay varias maneras de minimizar la cantidad de vapores que escapan de las piscinas de líquidos combustibles, como es el uso de espumas especiales, agentes restringentes, los agentes absorbentes, y agentes neutralizadores. Para ser eficaz, éstos deben seleccionarse tal como los métodos de control de los vapores para cada material específicamente involucrado y cómo debe realizarse dicha aplicación de manera que realmente mitigue, no empeore la situación.
Donde los materiales específicos son conocidos, como se han fabricado y cuales son los mejores medios del almacenamiento, es la condición deseable para cualquier equipo de respuesta inmediata de manera de organizar de antemano con todos los operadores cualquier operación normal o de emergencia y cómo actuar en forma conjunta con la ayuda externa, y por ende saber con que facilidades se cuenta, se pueden seleccionar y acumular para controlar cualquier tipo de derrame de productos peligrosos. Es usual, que los bomberos cuando acuden a algún incidente, no tengan el agente más eficaz para controlar el escape de vapores. Es probable que ellos tengan sólo agua y un sólo un tipo de espuma en sus vehículos. Si la espuma disponible es impropia para su uso en un caso particular, es probable que ellos usen el agua en forma de rocío. Porque el uso del agua de esa manera posiblemente suprima la salida de vapor de combustible, aunque van a tener que tener cuidado de no revolver mucho el combustible o aplicar demasiada agua, que al final extienda más el derrame. A veces sucede que puedan dirigirse vapores que no reaccionan con el agua fuera del sitio producto de las corrientes aéreas que rodean el rocío de agua. Por lo que, antes de usar rocío de agua u otros métodos para controlar la emisión de vapor o suprimir la ignición, seguramente sea necesario obtener consejo técnico, basado en la identificación del nombre del químico en forma específica.