domingo, 16 de septiembre de 2007

La NECESIDAD de CONOCER - (Auditoría)


La educación, en lo que respecta a la seguridad contra incendios, es vital para prevenir cualquier siniestro. El capacitar al individuo para que éste reaccione adecuadamente en casos de emergencia es parte de lo que se ofrece. Pero, cuando se actúa como refuerzo de una idea de que la seguridad contra incendios es una obligación moral para con la sociedad, éste énfasis ha servido como guía y base para conjuntar todas las áreas necesarias de planeamiento y decisión especialmente en lo que se llama: “Seguridad contra Incendios”.

Este proceso de desarrollo destinado a hacer posible con una ejecución práctica, se logra básicamente en cinco fases. Lógicamente, el contacto personal con el cliente; la familiarización y conocimiento para poder detectar aspiraciones, expectativas, metas y objetivos, entusiasmo, inteligencia, creatividad, posibilidades de asignación de recursos, etc. es lo que permitirá también diseñar programas acordes orientado a las personas y sus procedimientos.

Primera fase – Identificación
Consiste en determinar que problemas relacionados con el fuego son los más importantes y en seleccionar uno o todos ellos para programar la acción. Usualmente se inicia éste trabajo con actividades tendientes a conocer e identificar cuales son las causas de los siniestros y aquellas más frecuentes; características comunes que afectan, así como tratar de observar los índices, motivos, horas, personas o comportamientos del riesgo.
Segunda fase – Selección
Una vez identificados los problemas, se analizan para determinar las estrategias que pueden resolverlos. Naturalmente, se selecciona la audiencia a la cual está dirigido el programa (posibles víctimas, personas que influyen en ellas, etc.), los posibles cursos de acción que aseguren los mayores efectos potenciales y sobretodo, el menor costo posible. Se tiene en cuenta también, los recursos que se disponen, así como los beneficios de los fines perseguidos por otros programas alternativos.
Tercera fase – Diseño
En esta fase donde se decide sobre el formato, el contenido y la distribución del programa, generalmente la elaboración abarca la confección del material educativo, ensayos de eficiencia y materiales nuevos considerados para comenzarse la siguiente etapa.
Cuarta fase – Ejecución
La naturaleza y el alcance de la ejecución dependen del tipo de programa. Aunque, existen requisitos básicos que consisten en el establecimiento de contactos y relaciones que aprueben y favorezcan el proyecto. En conjunto, esta fase está destinada a la elaboración o adquisición de los materiales, a la formación, a la obtención de la participación del público y al control y modificación del programa en funcionamiento.
Quinta fase – Evaluación
El objetivo constante de cualquier actividad es evaluar el impacto de los nuevos programas y modificarlos si es necesario. Usualmente, se publican los resultados y se establece un estudio constante y profundo con objeto de mantener el programa tal cual es, o de introducir mejoras. O sea, ese proceso incluye la obtención de nuevos datos, su comparación, cuál fue el impacto, contabilizar los cambios producidos, etc. y ahí seguro nos indicará volver a la primera fase para comenzar nuevamente, todo el proceso.

GESTIÓN de la PREVENCIÓN Y CONTROL de LAS PÉRDIDAS POR INCENDIO
(Inspección)
El desarrollo de nuevas tecnologías introduce nuevos riesgos, a la vez que la expansión industrial incrementa los ya existentes. La industria está obligada, en su propio beneficio, a reducir al máximo las posibilidades de interrupción de las labores productivas y de verificación de pérdidas materiales que surgen como consecuencia de un incendio o de una explosión. Del mismo modo debe preocuparse – por exigencia de la ley en este caso – de la seguridad de sus empleados en su lugar de trabajo (y porqué no, cada uno nosotros de la propia integridad y nuestra familia en el hogar). El cumplimiento de estas obligaciones, combinado con el mantenimiento del nivel de competitividad existente en el mercado actual, coloca a cada uno en el compromiso de eliminar los riesgos de incendio cuando sea posible, o al menos, de minimizarlos en caso contrario.

Por eso, nuestro programa de identificación, evaluación y control de los riesgos de incendio es lo que se conoce como “Gestión de la Prevención y Control de las Pérdidas por Incendio” y aparte de la asistencia a la dirección en los diferentes niveles de gestión, usualmente realizamos lo que se llama: Inspecciones y reconocimiento de la propiedad.

Ahí es donde se establece las bases para una evaluación de los riesgos a causa de fuego; y una evaluación y determinación de los medios que pueden reducir el peligro. El resultado generalmente produce algunos puntos esenciales: (1) un informe descriptivo, actualizado en donde se describen las características relativas a la protección contra incendios, así como los riesgos de la propiedad; (2) un plano donde se indican las características físicas y la distribución de los edificios; y (3) las recomendaciones o sugerencias de mejoras (en caso de ser necesarias).

INSPECCIÓN Y MANTENIMIENTO DEL MATERIAL, EQUIPOS Y PERSONAL ASIGNADO A la PROTECCIÓN CONTRA INCENDIOS
Mantenimiento programado (predictivo y preventivo) - Mantenimiento correctivo

Una vez adquirido un extintor, instalado un equipo, capacitado un grupo de personas para prevenir, controlar o extinguir un incendio, es responsabilidad de esa persona ó empresa de efectuarle un mantenimiento apropiado, y realizarle inspecciones periódicas, ensayos de eficiencia, realizar simulacros, etc. que aseguren su correcto funcionamiento, y una alta eficiencia en el empleo.

Generalmente el medio más fiable de mantenimiento es la contratación de firmas especializadas o en caso de grandes industrias, establecer con sus propios empleados servicios idóneos, capacitándolos especialmente.

Pero de algo que sí es claro, es que deben realizarse comprobaciones rápidas, frecuentes, regulares y exhaustivas para determinar estado y situación del equipo o el grupo de personas.
Por otro lado, debe también programarse el realizar un mantenimiento adecuado. Este se distingue de la simple inspección, ya que supone un examen en profundidad. Normalmente implica desmontaje del equipo, examen de todos los componentes, limpieza y sustitución de cualquier pieza defectuosa y montaje, recarga y, cuando sea aplicable, presurización, necesidad de realizar pruebas hidrostáticas del contenedor e incluso la conveniencia de desecharlo y sustituirlo por otro nuevo.

Lo mismo adaptado, corresponde a las personas (integrantes o no de organizaciones dedicadas a la lucha contra el fuego, evacuación u otra actividad similar). Porque usualmente, al estar dedicadas a otras actividades propias de su empresa, los niveles de aprendizaje a medida que comienzan a disminuir, hay que reforzarlos, actualizarlos o sencillamente, incluir nuevo personal en sustitución de aquellos que hayan abandonado la empresa, por enfermedad, deserción, etc.

No hay comentarios: